Las hormigas carpinteras se caracterizan por ser grandes y de color marrón oscuro. Las obreras pueden medir entre 5 y 13 mm de largo, mientras que las reinas pueden alcanzar los 18 mm de largo. Tienen un cuerpo robusto y un abdomen grande, que les permite almacenar alimento.

A diferencia de otras especies de hormigas, las hormigas carpinteras no se alimentan de madera, pero sí pueden anidar en ella. Buscan madera podrida y suave para hacer sus nidos, por lo que pueden ser una amenaza para la madera en estructuras de edificios, muebles y otros objetos de madera.

Las hormigas carpinteras se alimentan de savia y néctar, aunque también pueden consumir insectos muertos y otros animales pequeños. En general, no son consideradas una amenaza para las personas, ya que no tienen un aguijón venenoso y no suelen atacar a menos que se sientan amenazadas. Sin embargo, pueden ser un problema en el hogar si se introducen en busca de alimento o si anidan en la estructura de la casa.